Siguiendo con la exhaustiva búsqueda del arte, lo digital y la vida me topé con esta nota del videojuego nuevo de Bill Violá, un iniciador del video arte, que propone tranquilizar la dinámica de los videojuegos y llevar la agresividad y la velocidad de los típicos juegos a un grado cero, donde los espectadores puedan introspectarse para entrar en lo que él llama un estado meditativo y lograr ver como sus sueños de monócromos pasan a coloridos, o al menos es lo que se explica en la nota.
Y esto me hace pensar hacia dónde vamos, nos estamos dirigiendo correctamente en nuestro transitar por el mundo, pues las nuevas tecnologías nos han hecho apresurar el paso y descartar fugazmente los sueños que no se pueden realizar en cuestión de horas, es como si cada día debiéramos amanecer con un deseo diferente y dejar de lado todo aquello que no logramos concretar el día anterior.
Vivir en este constante cambio es como pretender ser estrellas fugaces que verán diluir su estela en el firmamento en poco han llegado a la cima, y siendo honestos quién quiere vivir así, pensemos un poco en lo que significa esta vida tan aprisa, hacia donde nos lleva y qué pretende.
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