e-n la mira social

Descubrir que el hombre está hecho de vicios es entender que somos humanos...

08/10/08

Vivir Soñando


Con temor a sonar como título de poema, hoy el sueño que me hace reflexionar está descrito en el libro "El espejo en el espejo" de Michael Ende, editado por Alfaguara, donde nos recuerda que las apariencias, después de tanto pensarse pueden caer en el absurdo de soñarse, de aburrirse y hasta de querer desvanecrse.
A veces creo escuchar a aquellos políticos que ya se les puede llamar filósofos diciéndonos: "Todo es sueño. Sé que todo es sueño. Siempre lo supe desde que empecé a soñar que yo existía: este mundo no es real." Y sin duda les creeríamos, cuando hablan de que no hay problema con las crisis financieras, nos encantaría pedirles que nos dejen entrar en ese sueño, en ese mundo virtual que sus mentes han generado tan lejos de la realidad.
Esa idea me cruza siempre por la mente, a veces pienso que vivo en un sueño eterno del que nunca despertaré, con aquellas cosas inventadas de mis sueños, ya no sólo volar, esa imagen está mucho más allá de todo; empezamos a crear una realidad alterna bajo las palabras de aliento de aquellos que llevan el poder; de tal modo que logramos crear esa realidad que no existe si no en lamente colectiva del hombre.
Así, muchos que no compartimos esos sueños, los que vemos los hechos y no las palabras, pensamos: "Cuando uno sabe en sueños que sueña... Está prohibido despertarse. El mero deseo de despertar se considera un intento de huida, de alta traición..." Y así nos condicionan a seguir el juego, a seguir soñando con ellos esa realidad inexistente.
Convirtiéndonos en el cuento de cualquier político que piensa que las cosas son como le convienen; es como aquellos que se saben en una mentira y hacen todo por cubrirla, somos mitómanos irredentos, sin embargo luego lo pienso y me pregunto ¿mitómanos?, ¿no será que sólo nos gusta soñar? O somos como aquellos que se engañan creyendo que las cosas están bien porque ellos tienen comida que llevar a sus mesas; y sin embargo nada, el sueño nubla sus ojos y de aquel barrio pobre se les ha olvidado hasta el nombre.
Acaso en ese momento no ¿nos dan ganas de despertar?, de preguntar: “¿quién es ese que nos sueña, y porqué no sueña algo mejor?”, si tuviéramos el poder de decidir qué soñar y qué realizar ¿qué soñaríamos?, como dicen deja de soñar para cumplir los sueños realidad... ¿No será más fácil?, y si todos soñamos nuestro bienestar ¿porqué no lo obtenemos?
Será mejor seguir soñando; soñemos; aunque muy en el fondo de nuestro corazón queramos detener el tiempo y los sueños que algunos se dan el lujo de creer. Gritemos con fuerza: "Me dirijo a ti, al que me sueña, quien quiera que seas. Sé que no puedo hacer nada contra ti, tú eres el más fuerte. Llévame a donde quieras, pero ten presente que a mí ya no me engañas".
Reflexionando en eso, posiblemente podamos detener a la gente que nos quiere engañar, a aquellos que creen que todo está bajo control, a aquellos que nos incluyen en sus sueños y no nos dejan actuar. "¿Somos un tejido de sueños, una selva de sueños sin límites y sin fondo? ¿Somos todos un único sueño que nadie sueña?" No, no caigamos en la trampa, no seamos un sueño más de nuestro país, seamos los soñadores, hagamos lo posible por crear nuestros propios sueños, olvidemos a aquellos soñadores que pretenden hacer de nuestras ilusiones sueños sin contar.
No queremos que dejen de soñarse, pues a ellos les gusta el engaño, sólo que empecemos a crear realidades nosotros mismos. “No pretendo que despertéis. ¡Por mí seguid durmiendo mientras queráis y dormid bien, pero dejad de soñarme! Os habéis divertido conmigo, dejad ahora que me vaya, ¡por favor!”

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